viernes

Los yoes:

“... El más grande nido de todos está en el cerebro. Allí, cada fibra es un alma piensa ...
El hombre es un yo inmenso lleno de yos imperceptibles, el es un mundo en si mismo ...”
“Conversaciones con la eternidad”;Víctor Hugo
En la hora más quieta de la noche, cuando comenzaba a dormirme, se reunieron mis siete yoes y conversaban quedamente así … :
Primer Yo: Aquí, en este loco, he morado todos estos años sin otra cosa que renovar su dolor durante el día y recrear su tristeza por la noche, no puedo soportar mas tiempo mi destino, y ahora mismo me rebelaré.
Segundo Yo: Hermano, tu suerte es mejor que la mía, porque a mi se me asignó ser el yo alegre de este loco, yo rió su risa y canto sus gratas horas, y con pies tres veces alados, danzo sus más claros pensamientos, soy yo quien debiera rebelarse contra mi fatigosa existencia.
Tercer Yo: ¿Que de mi, la cabalgadura del yo amoroso, la flamante antorcha de la pasión y de los fantásticos deseos? Soy Yo, el enfermo de amor, quien debería rebelarse contra este loco.
Cuarto Yo: Entre todos vosotros, yo soy el mas desdichado, porque me toco ser la esencia del odio y del rencor destructivo. es a mi, el yo tempetuoso, el que mora en las mas oscuras cavernas del infierno, quien debería protestar de seguir sirviendo a este loco.
Quinto Yo: No, soy yo, el yo pensador, el yo imaginativo, el yo de hambre y de sed, el condenado a vagar sin reposo en busca de lo desconocido y de cosas aun no creadas; soy yo y no vosotros el que debería rebelarse.
Sexto Yo: y Yo, el yo trabajador, el humilde operativo, el que con manos hábiles y ojos anhelantes, transformo los días en imágenes y doy a los elementos amorfos formas nuevas y eternas, soy yo, el solitario, quien debería rebelarse contra este inquieto loco.
Séptimo Yo: Que extraño es que todos quisieran rebelarse contra este hombre, porque cada uno de vosotros tiene una preordenada misión que cumplir, ¡ah¡ ojala pudiera ser como vosotros, un yo con un determinado destino¡ pero soy el Yo que nada hace, el yo que esta en el silencio, vació en ninguna parte y en ningún tiempo, mientras que vosotros estáis ocupados creando una nueva vida. ¿Soy Yo, o sois vosotros, vecinos, quien debería rebelarse?
Cuando el séptimo Yo hubo hablado, los otros seis lo miraron con piedad y nada mas dijeron; y cuando la noche se hizo mas profunda, uno tras otro se fueron a dormir envueltos en una nueva y feliz sumisión.
Pero el séptimo Yo, permaneció en vela, mirando a la nada, que esta detrás de todas las cosas…
El LocoLos siete yoes; Gibrán Jalil Gibrán